TCL está realizando un trabajo notable para mejorar su posicionamiento en el segmento de la tecnología de consumo en dos áreas en las que la competencia es feroz y que, además, capturan un enorme interés por parte de los consumidores: los televisores y los smartphones.
Dos ingredientes esenciales en este trabajo es el de la innovación y la elección de aquellas tecnologías que sean óptimas para diseñar las propuestas tecnológicas de cara a obtener el favor de los consumidores. Tanto el segmento de los televisores como el de la movilidad cuentan con una audiencia potencial de millones de clientes, con un buen número de competidores pugnando por conseguir aumentar su cuota de mercado.
A la vista de las cifras, TCL está muy bien posicionada para conseguir su objetivo: cuenta con 28 centros de I+D en el mundo y más de una decena de laboratorios, al margen de una plantilla de más de 75.000 empleados y 22 plantas de fabricación.
Además, tanto en el segmento de los televisores como el de la movilidad, las tecnologías evolucionan con mucha rapidez, adoptando elementos nuevos o mejorados en ciclos que en ocasiones duran unos meses. Es importante, también, mantener un equilibrio razonable entre innovación, precios y posicionamiento.
Democratizar: la clave de la apuesta de TCL
Para TCL, la clave de su apuesta comercial está en la democratización de la tecnología. Democratizar no significa abaratar, sino ofrecer la mejor tecnología posible en un momento dado a una audiencia tan amplia como sea posible gracias a un posicionamiento en precio proporcional al posicionamiento tecnológico. Democratizar significa también ofrecer soluciones que tengan un uso práctico y tangible en la vida real y que sean completas.
En el segmento de televisores, esta democratización se concreta en cuatro áreas principales: diseño, calidad de imagen, calidad de sonido y experiencia de usuario. En cada una de ellas, TCL apura al máximo la integración de elementos premium a precios proporcionales, asequibles y razonables. Por ejemplo, en el diseño se emplean elementos como el metal, al tiempo que se integran otros como los marcos delgados.
Este fabricante también incluye elementos como QLED o Dolby Vision / HDR10+ en sus televisores, así como barras de sonido y compatibilidad con tecnologías como Dolby ATMOS, sin olvidar la integración de Android 9 y el control por voz.
Este objetivo de TCL se ve recompensado por las cifras de mercado, con un posicionamiento muy bueno en Europa, donde está en el Top 5 de ventas de muchos países de la UE, e incluso está en el Top 3 en otros como Francia, con un crecimiento del 35% en 2019. Globalmente, TCL es el segundo fabricante de televisores en cuanto a número de unidades servidas.
Para seguir creciendo, tienen muy claro que deben apostar por la innovación. Así, en el webinar que llevaron a cabo con motivo de la presentación de las series C71 y C81, los directivos de TCL dieron detalles de los elementos tecnológicos que consideran esenciales para el desarrollo de futuras soluciones y productos. Prestarán especial atención a los siguientes ingredientes de cara a construir un repertorio de productos bien segmentado, granularizado, con sentido y adaptado a diferentes perfiles de usuarios.
8K, avanzando hacia los televisores del futuro
Para TCL, 8K es una tecnología estratégica y óptima para los paneles de mayor tamaño. Los televisores 8K no están pensados aún para una audiencia mayoritaria: el televisor TCL X91 con panel 8K, sin embargo, ya permite acceder a los contenidos del canal 8K de YouTube y cuenta con conexiones HDMI 2.1, así como procesamiento de IA que optimiza el escalado a 8K desde resoluciones inferiores, como 4K o Full HD.
No en vano, el fabricante cuenta con un centro de I+D dedicado a la IA en Polonia, con aplicaciones tanto para mejorar la calidad del sonido y la imagen, como para integrar el uso de la voz en su ecosistema de soluciones IoT.
Con este tipo de productos, TCL trabaja sobre esta tecnología desde la perspectiva real de un dispositivo comercial. No es un producto que esté pensado para ser un súper ventas, pero sí es la confirmación de facto de que es una tecnología viable y que relevará a 4K cuando los contenidos 8K sean los predominantes. De momento, Canon, con su cámara Canon EOS R5, lleva la grabación 8K a una cámara profesional, al tiempo que ya hay smartphones capaces de grabar vídeo 8K.
TCL, con su televisor 8K TCL X91 de 75’’, ha hecho un buen trabajo maximizando el aprovechamiento de los contenidos 8K disponibles, ofreciendo compatibilidad con YouTube 8K, al tiempo que cuenta con escalado mediante IA de contenidos con resoluciones inferiores. Además, la conectividad es HDMI 2.1 compatible con formatos 8K a 60fps. Otros fabricantes salieron antes con televisores 8K, pero con conexiones HDMI incompatibles con estas elevadas resoluciones, lo cual es un tanto cuestionable de cara a presentar una solución tecnológica completa.
QLED, la columna vertebral del color
Si 8K es una tecnología en vías de democratización, QLED es el ejemplo de democratización por antonomasia en TCL. La compañía ha hecho una apuesta decidida por QLED como la mejor propuesta tecnológica para trabajar con colores de la mayor calidad posible y para ofrecer otras tecnologías como Dolby Vision o HDR10+ en gamas de televisores progresivamente más numerosas y con más tamaños de pantalla.
La tecnología QLED es conocida desde hace tiempo, aunque, para que tenga sentido, es conveniente que venga acompañada de otros elementos tecnológicos que hagan valer sus virtudes, como una correcta retroiluminación o sistemas de calibración y ajuste de los parámetros de imagen, para que ofrezcan la fiabilidad y calidad óptima para cada tipo de contenido.
Los paneles QLED usan retroiluminación LED azul junto con una lámina de Quantum Dots que generan las tonalidades Red y Green a partir de la Azul (Blue) para conseguir las tonalidades RGB de acuerdo a lo especificado en el espacio de color con el que es compatible. Frente a los paneles LCD TFT, tenemos una mayor pureza en las tonalidades R, G y B, lo cual permite trabajar con colores más fidedignos y en mayor cantidad. Además, la calidad de color es independiente del nivel de brillo, e incluso al máximo de luminosidad los colores se muestran correctamente.
Inteligencia Artificial: el chico para todo de la tecnología
TCL también tiene en la IA uno de los pilares de su estrategia de producto. Cuenta con un centro de I+D específico para el desarrollo de soluciones que mejoren la calidad de imagen en televisores como los 8K, donde el escalado requiere de este tipo de tecnologías para que los resultados sean óptimos.
En la parte de la experiencia de uso, TCL apuesta por Android y el uso del asistente de voz de Google para manejar los televisores de un modo más ágil que con el mero mando a distancia.
TCL es compatible también con Alexa, y cuenta con el «skill» correspondiente para realizar algunas tareas mediante los dispositivos de Amazon como parte de un ecosistema de hogar inteligente.
La fabricación, mejor cuanto más avanzada
Una gran parte del éxito de TCL radica en la elevada capacidad de fabricación de paneles de 55’’, 65’’ y 75’’. Aquí tiene mucho que ver la nueva planta de fabricación de tipo Gen 11 (11ª Generación) que ha puesto en marcha el pasado año, y que ha hecho posible que el fabricante pueda disponer de paneles suficientes como para satisfacer una elevada demanda de productos a un coste competitivo.
:Con una planta de fabricación Gen 11, TCL es capaz de obtener a un coste comedido paneles de hasta 75’’ a partir sustratos de cristal de 3.370 x 2.940 mm (3,3 x 2,9 metros). Generaciones inferiores, suponen tamaños inferiores, por lo que el tamaño de pantalla que puede obtenerse para televisores de un modo económico es menor.
TCL cuenta con familias de televisores de entre 50’’ y 75’’ con una disponibilidad y precio que encajan en la estrategia de democratización de la compañía. Contar con una planta Gen 11 es de gran importancia para la compañía.
Mini-LED: en busca de la perfección
En el camino hacia la democratización también está la exploración en nuevas tecnologías emergentes como 8K o Mini-LED. TCL es consciente de que este tipo de productos caen dentro de puntos de precio elevados, aunque es parte de un proceso definido en el que, simplemente, parte desde una posición adelantada.
Para democratizar de un modo sólido y creíble tecnologías como 8K o Mini-LED, es preciso tener una experiencia de primera mano con ellas lo antes posible. Y es lo que hace TCL, ofreciendo productos avanzados y premium, aunque dentro de familias limitadas en cuanto al número de modelos o tamaños de pantalla disponibles.
En Mini-LED, por ejemplo, tiene el modelo X10 de 65’’. Es un televisor único, con una tecnología puntera que destaca por sus 15.360 LEDs y 768 zonas de regulación de retroiluminación independientes (FALD).
TCL denomina a su tecnología Mini-LED como “Vidrian”, y actualmente está en su primera generación, con matriz pasiva. La segunda generación llegará con matriz activa, lo cual permitirá gestionar 25.000 LEDs y 5.200 zonas de retroiluminación, acercándose a las prestaciones de los televisores OLED en la práctica, con grosores en torno a 1 cm.
Con Mini-LED es posible implementar tecnologías como HDR con un grado de perfección mayor que con las tecnologías de retroiluminación tradicionales gracias al mayor control sobre la luminosidad de los LEDs y el control por zonas más “fino”.
Eventualmente, Mini-LED llegará a televisores de gamas más bajas. Si TCL controla la tecnología, será una transición más rápida y eficiente.
Innovación y democratización: una combinación atractiva
La innovación y la democratización no siempre van de la mano. Las empresas más innovadoras suelen tratar de sacar rédito a sus tecnologías a costa de posicionar los productos en gamas premium y ultra premium mientras relegan las tecnologías menos interesantes a las gamas inferiores.
TCL, sin embargo, está llevando la innovación a gamas de productos muy bien posicionadas en precio, dejando las premium para integrar aquellas tecnologías que aún no pueden democratizarse debido a su exclusividad y grado de desarrollo. Pero con el foco puesto en llevarlas cuanto antes al alcance de una audiencia mayoritaria.
De este modo, en gamas como las C71 y C81 podemos encontrar desde HDR en todas sus variantes a sonido Dolby ATMOS, pasando por Android 9 (actualizable hasta Android 12), control mediante voz y paneles QLED retroiluminados con control por zonas (FALD), con diseños cuidados y motores de imagen como IPQ 2.0, preparados para mostrar desde contenidos en streaming hasta juegos o ver la tele, y que pronto contarán con tecnología de autocalibración a través de una actualización. En definitiva, de todo para todos.
Imágenes: TCL , IHS Markit
